Un entorno laboral seguro y libre de acoso es fundamental para el bienestar de los empleados y la reputación de la empresa. Contar con protocolos claros para prevenir y gestionar situaciones de acoso es una medida imprescindible para garantizar la integridad de todos los trabajadores.
Estos protocolos deben incluir canales de denuncia confidenciales, formación para sensibilizar a los equipos y procedimientos específicos para actuar de manera rápida y efectiva. Crear un espacio de trabajo seguro fomenta la confianza, mejora la cohesión del equipo y fortalece la cultura organizacional.